"...Hay veces, que mi ser se cubre de oscuridad, y desearía escapar, muy lejos, a donde nadie me encuentre, y mi alma, pese al dolor, alcanza a guiar, si acaso, a mi mano izquierda..."

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miércoles, 28 de agosto de 2013

NO Alimente a los Trolls.

 Regla de oro de las redes sociales: "No alimente a los trolls".

Si te conectas a las redes sociales, si interactúas a traves de internet a distancia y de manera virtual con otras personas en cualquier parte del mundo, es casi seguro que tarde o temprano te acabes topando con un "Troll". 


Anteriormente compartimos algunos tipos de Trolls y  las formas generales de trolleo. ¿Cómo podemos evitarlos?



Hay gente cuya forma de "divertirse" es molestar, y mientras más caso les hagamos y más nos molestemos con sus comentarios, más "divertido" es para ellos. La solución es simple, ignorarlos, y en caso de insistir, banearlos, o dicho de otra forma, "No alimente a los trolls".



Tendemos a poner "frases" en la boca del otro al no estar al 100% de acuerdo con su punto de vista, catalogándole "del bando contrario" (común en discusiones filosóficas, políticas, religiosas, de fútbol, etc.), y etiquetarlo por defecto; represor, necio, vendepatrias, ignorante, retrógrada, villamelón... lo que Alex Lickerman llamó acertadamente "la abstracción del otro". Ante el estímulo adecuado, consciente o no, todos podemos convertirnos en un Troll.

Hay una "cerrazón" ideopática en todos a aferrarnos a nuestra postura inicial y a defenderla a toda costa, aún cuando acumulemos absurdo tras absurdo en algunos casos. Pasa con la familia y amigos, y en ámbitos laborales y escolares, con más razón en discusiones "virtuales" con desconocidos, dónde la expresión escrita no es siempre es lo clara que podría ser. Tenemos miedo a aceptar un error y demostrar "inferioridad" (ego arraigado en el instinto básico de manada). Este miedo mutado en agresividad es el "alimento del troll".

Tenemos derecho a opinar y derecho de réplica, pero a veces es preferible pasar de largo, en un "ataque directo" o ante un troll manipulador, el método socrático es infalible en el 95% de los casos (desglosar puntualmente cada error para determinar que la tesis no tiene sustento), y de persistir (muy común) es mejor abandonar la discusión no por dar razón, si no por la falta de autocrítica y la necedad del interlocutor, remarcándolo.
Existen reglas de moderación por parte de los foros, pero está en nosotros autorregularnos. Demasiadas normas y controles acarrean un exceso de censura que no siempre afecta a quien debiera (y  pone muy contentos a ciertos círculos fascistas). Los artistas que han visto cerrados sus sitios por supuesta "pornografía" al intentar compartir fotos, dibujos, pinturas o textos referentes a desnudos artísticos o temas eróticos saben de lo que hablo. Y los Trolls, tarde o temprano, acaban por encontrar el recoveco para seguir trolleando.


Casi nadie que se anime a darse a conocer por estos medios es un profesional (si lo fuéramos, estaríamos cobrando por hacerlo). Bueno o malo, si nos animamos a compartir nuestro esfuerzo (dibujos, relatos, versos, ensayos, opiniones etc), es con la intención de recibir comentarios más allá de nuestro círculo social, y en la medida de lo posible mejorar y progresar, arriesgandonos a recibir críticas buenas o malas, pero realistas y con respeto. Quién se oculte en el ANONIMATO (porque al final eso es lo que "envalentona" a un troll) para denigrar u ofender, no merece la mínima atención.

NO alimentes a los Trolls, y procura refrenar un poco el impulso inicial ante el trolleo consciente o inconsciente, puede ser que el próximo troll que te topes, seas tú mismo.




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